Los días 4 y 5 han venido a confirmar nuestras primeras impresiones sobre lo presenciado en los anteriores días: hay un equilibrio envidiable entre el respeto a los maestros y maestras y a las normas, las relaciones y bromas entre el alumnado y el buen ambiente que preside las clases de los niños y niñas de todas las edades. La sonrisa auténtica y no forzada por nuestra presencia es común entre la diversidad del alumnado y del profesorado. Hemos estado en clase de programación y robótica, asignatura obligatoria en el currículo del pais.
Nos despedimos de la comunidad educativa el último día con una ceremonia breve pero emotiva y con el deseo de poder compartir más experiencias con un equipo directivo tan humano y acogedor, ya sea en su país o en el nuestro.
Comentarios
Publicar un comentario